Reflexiones y ñoñerias a la luz de una vela o como ser feliz...
Vamos a
pararnos un momento, solo un segundo, para entrar dentro de nosotros mismos y
tomar conciencia de nuestro estado de animo... inspira... espira...
Estoy en
el sofá de mi salón, sentado con las piernas cruzadas y mi ordenador encima de
ellas. No sabia como hacer este post, y lo he escrito y borrado, como cuatro veces.
Justo en el sillón de mi derecha, está mi mujer, con su ordenador,
mirando y ordenando fotos del pasado año, lo sé, porque de vez en cuando me
enseña alguna de algún viaje o de mis hijas haciendo el payaso. Ellas juegan
con sus puzzles en el suelo, justo frente a nosotros. La verdad que no puedo
llegar ni a distinguir que hay en la tele, solo sé que es una música agradable
y ahora mismo estoy demasiado concentrado en escribir esto y en disfrutar el
momento tan agradable, que no me importa nada.
Fuera, un
día raro, gris, pero muy, muy bonito, parece mentira que hace dos días hacia un
sol veraniego y estábamos pasando el día en la playa, pero “Murcia is different”, y sol hay todo el
año.
Lo que sí
puedo describir con total exactitud es el olor que me llega de la vela que
tengo sobre la chimenea, un olor dulce, como a pastel de frutas saliendo del
horno, pero con notas a maderas que hacen de este olor una fragancia llena de
hogar. Suelo jugar mucho a poner títulos muy raros a los olores y sin duda la esta
ha sido la mejor elección para hoy, un día de familia.
Perdonar que no tenga imágenes de ese momento, pero como dicen por ahí
"de los mejores momentos no hay imágenes, no hubo tiempo de sacarlas"
La idea
principal que tenia para este post, era hablar sobre las grandes cualidades y
beneficios de una vela, sobre porque la elección de una yankee-candle, pero
cualquiera que se interese por las velas y lea este tipo de blog, va sentir que
le repito siempre lo mismo. Así que no voy a escribir una lista sobre los aromas que
encierra una vela yankee-candle en su bote de cristal, creo que voy a contar porque amo estas velas.
Hay algo
de mí mismo, que he aprendido con el tiempo, soy muy fácilmente sugestionable,
muy fácilmente dispuesto al estrés y mi caja de emociones siempre está llena y
muy a flor de piel, me gusta demostrar lo que siento, como lo siento y cuando lo siento. No me importa reír y mucho menos llorar.
Hace un
tiempo, tuve un periodo de depresión grande, se juntaron muchos factores
adversos que se escapaban de mi control y después de un largo no saber qué
hacer, me dio por intentar meditar y meterme dentro de mí mismo. Yo, a eso lo
llamo meditar, no hace falta vestirse de blanco impoluto, ponerse en estado zen
o llenar la casa de incienso y rezarle a ningún Buda, basta con interiorizar lo
que uno siente y elevarlo.
Y diréis…
y
todo esto que tiene que ver con las velas?
Encender una vela,
es un ritual, el momento zen, el momento "ya he terminado el día" o el "ahora es
mi o nuestro momento", pues vamos a disfrutarlo y como en una fiesta de cumpleaños
encendemos la vela para celebrarlo. Estaréis de acuerdo conmigo que no hay nada
inigualable en la vida, como estar con tu pareja o con tu familia a la luz de
una vela, con su serpenteante iluminación y llenando el habitáculo de esencias
aromáticas que te transporte a un recuerdo o lugar. Es en este punto, donde mi
mente se eleva y mi cuerpo se relaja porque no hay nada más que hacer, solo
disfrutar del momento tan bonito que tenemos y este día nos ha ofrecido.
Para
muchos esto puede sonar absurdo, ñoño o pasado de vueltas, pero no habrá
momento más agradable que este, el de estar en un sitio seguro como tu hogar,
sentirte abrazado y acompañado de tu familia, y sé que mi mujer está en el
sillón de mi derecha, pero la siento abrazada a mí y mis hijas felices, que ya
han terminado un puzzle y ahora deliberan sobre si desmontarlo para guardarlo y
sacar otro o dejar este para que ahora, cuando lleguen sus primas que están de
camino puedan verlo, ya que se sienten orgullosas de haberlo montado ellas solas y es de los grandes con piezas mas pequeñas, como ellas están diciendo.
Aun no sé,
si este post, verá la luz algún día, no sé que puede tener de interés para
vosotros, pero si lo estáis leyendo, es porque me he sentido en un
momento de esos que me apetece y me siento en estado agradable para abrir
una ventana de mi casa con vosotros y que podáis entrar a mi momento relax y
disfrutarlo conmigo.
Gracias
por leerlo y que vosotros también tengáis muchos momentos
agradables y llenos de buenos aromas.
Que bonito!
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente, ese momento de hogar, de armonía, de paz.....
👏👏👏👏👏
En esta vida hay muchas cosas que no se tocan, pero se sienten y se disfrutan.
EliminarEn esta vida hay muchas cosas que no se tocan, pero se sienten y se disfrutan.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarA mí me ha parecido un post muy bonito y personal. Creo que todos tenemos, o deberíamos tener, una forma de desconexión del mundo y conexión con uno mismo, aunque sea algo tan sencillo como encender una vela, y disfrutar de las sensaciones que nos ofrece.
ResponderEliminarBesos!
PRE-CIO-SO
ResponderEliminarMe encanta encender una de las doscientas quince mil y una velas que tengo (de yankee, of course) cuando llego de trabajar, ducharme, pijama y ordenador...eso es hogar
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQue familia más feliz y completa
ResponderEliminarQue familia más feliz y completa
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